Cuando algo muere, algo nace... asi funciona este ciclo inevitable: El colectivo es eterno; el individuo, mortal.

viernes, 22 de abril de 2011

Luna de Seda


"Echar de menos es emborrachar mis sentidos para perder la noción del tiempo y olvidar tus pasos, ahora tan lejos de mi..."


Siempre he mirado todo con lupa, con el único objetivo de que mi vida sea tan perfecta como pueda conseguirlo. Siempre miré los fallos, las imprefecciones, de una manera extremadamente crítica, inaceptable de ninguna de las maneras. Un dia dejé de amar, hace ya 4 años, reconociéndo en el amor uno de los mayores fallos de mi vida. Durante estos cuatro años he vivido en una ilusión de perfección, especialmente los dos últimos, desde que decidí emplear una rutina estoica para cambiar de vida tras el fallecimiento de mi abuelo materno. Un cáncer terminal de mielina se lo llevó, mi madre estuvo muy hundida y casi se rompe mi familia. Mi madre llegó a preguntarme cosas que un hijo jamás deberia oír acerca de su matrimonio, y mucho menos responder u opinar.

Mi rutina fue muy dura, pero mi mente estaba preparada por el dolor para asumirla, en ese momento más que nunca. Me harté de todo, de la crueldad del mundo, de mi mismo, de mi pésima carrera académica, de haberme dejado tantisimo, de la situación por la que atravesaba mi familia... de todo. Sencillamente estaba harto.

Me di cuenta que mi vida necesitaba un giro. Aquello no podía seguir así, era un camino directo al suicidio, y de hecho durante mi segundo año de carrera me lo planteé seriamente, llegando a colocarme una cuchilla de afeitar en la muñeca e incluso realizar amago de cortar, sumergir mis brazos en agua y dejar que todo acabase para siempre mientras el lavabo se teñía de color escarlata... una locura sin duda, pero póngase el lector en mi lugar.


Entonces llegó a mis manos buscando un dia algo con lo que matar el tiempo en internet, algo que me sorprendió. El ascetismo. Presente en todas las religiones, sean budistas, cristianos, musulmanes... consistente en el autocontrol del hedonismo, de los placeres puramente fisiológicos, que ciertamente sólo traen dolor a la larga. También leí sobre Nietzche, pero a diferencia de lo que mucha gente piensa, su filosofía no me parece hedonista, hice una interpretación propia del superhombre, lo enfoqué desde el punto de vista de la filosofía asceta y más concretamente desde el ascetismo oriental...

El ascetismo es la doctrina cuya interpretación da lugar a los diversos tipos de pensamientos en los que se asienta el estilo de vida de los monjes, variando en cada religión según su enfoque. Por su manera de encarar el ascetismo, mediante enfoque de las tensiones e instintos por medio de las artes marciales, preferí guiarme e informarme de la doctrina asceta budista, el clásico monje budista, monje guerrero.

Si nos fijamos, hay muchas relaciones entre las doctrinas ascetas de las diferentes culturas, que han dado los tipos de ascetismo más míticos de cualquier religión, asi tenemos los Senseis budistas (monjes guerreros enfocados a las artes marciales), los Templarios cristianos (monjes guerreros dedicados a la esgrima), los Magos musulmanes (monjes guerreros dedicados al conocimiento astrológico), etc.

Aclarar primeramente que no soy un asceta, ni un monje, antes de seguir. No se lleve el lector a errores. Pero me fascinó esa manera de ver la vida, en cuanto al control (que no negación) de los instintos o necesidades fisiológicas básicas (lo que diferencia el ascetismo del estoicismo). Un monje asceta se diferencia de un filósofo estoico en que el monje asceta entiende y siempre trata de mejorar, en tanto que el filósofo estoico directamente asume y niega, actuando de una manera antinatural...


Asumiendo una interpretación personal de la doctrina ascética, siempre mejorar, acercarse lo máximo posible a la perfección mediante una dedicación total en cada momento a lo que debe ser, empecé a hacer deporte. Cuando llegaba a mi casa, destrozado, estudiaba con dedicación. Y por la mañana, suplía una de las carencias que ya iba notando en el campo emocional: La mujer, el espejo de venus en la tierra.

Había perdido práctica y ganas de conquista en este sentido. El primer paso era claramente recuperar la costumbre de hablar con mujeres. Y lo más importante, desarrollar sentido del humor y emplearlo con tacto, que es como realmente a ellas les hace gracia. Por muy cerdo que parezca un chiste, si lo sabes contar siempre de manera simpática y con tacto, les va a hacer la misma gracia que a ti, teniendo también en cuenta la confianza que te prestan.

Comencé una carrera titánica: Recuperar mi físico, enmendar una carrera universitaria que ya daba por perdida y aprender a disfrutar de la mujer. De ella y con ella. Esta frase es muy importante. Muchas veces me comparo con el gigante Atlas, enderezando las columnas del mundo con sólo la fuerza de sus brazos. En mi caso, y en poco más de un año, he enderezado los tres pilares de la vida: Salud, dinero y amor.


De la muerte a la vida. Tan sencillo como esto. De querer acabar con todo a haber conocido a las personas que más aprecio tengo en la vida, y no todas son mujeres. Es algo grande, difícil de explicar. Muchas personas se preguntan porqué soy tan creído, porque soy tan optimista a veces, porque veo alegría donde ellos ven dejadez, o problemas. Es tan sencillo como que soy feliz. Y no soy feliz casualmente por algo que tenga ahora, sino porque mirando atrás, veo hasta qué punto he estado en la ruina, me ha fallado todo... y hasta qué punto con autocontrol, rutina y mucho esfuerzo me he convertido en una persona casi completa. Como en apenas un año y poco he dado zancadas en mi camino a la perfección.

He aprendido a apreciar mi vida, la vida de los demás, la amistad... incluso el amor, que creía el fallo, el omega de la perfección. La perdición.

Por eso ahora me pregunto, ¿como es posible que eche de menos a alguien? ¿como es posible que yo eche de menos a tanta gente?. Es posible echar de menos, es un gran defecto sentir todo lo que siento, son grandes defectos el amor y la amistad verdadera. Pero ¿sabes que?, es un tipo de defecto que estoy dispuesto a asumir. Son dos defectos que me hacen feliz, intensamente feliz por todo. Son defectos que me hacen mucho más humano, mucho más perfecto como persona. ¿Quien quiere alcanzar una perfección robótica pudiendo tener la perfección humana? ¿Quien quiere ser una roca pudiendo sentir?


Hay muchas personas en mi vida, pero puedo contar con los dedos de una mano a aquellas que realmente echo de menos, aquellas que realmente acompañaron y aún hoy mantienen mi renacimiento. Vosotros habéis visto y comprendido lo que soy. Aunque tengamos problemas, lo último que quiero es que desaparezcais de mi vida. Y espero que siempre, pasen los años que pasen, mantengamos lo que ahora tenemos. Gracias por todo.




Los antiguos samuráis y monjes guardaban siempre un texto en un pergamino, o grabado en su katana, que definía lo que son y porque: Vosotros sois mi Luna de seda.

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