martes, 24 de enero de 2012
Maldad Dorada
- Hay momentos en la vida en que, tras sucesivas oportunidades y decepciones, descubres que una persona es malvada. Tristemente en mi caso, era una persona muy querida para mi.
Hace escasos 3 años, fue una gran amistad. Con muy pocas personas he llegado a establecer un vínculo de amistad tan fuerte. No obstante, de un tiempo a esta parte, esa persona ha cambiado... ya no actúa inocentemente, ni tiene ninguna importancia para ella todo aquello que vivimos juntos. Es triste ver como una persona que querías de verdad se vuelve una auténtica arpía cuyos actos parecen movidos por el peor de los demonios.
Así es, más abajo en otro par de entradas, "Ángeles caídos" y "El megiddo" hablaba ya de ella. Sin contar con las miles de entradas que escribí dirigidas a la amistad que mantuvimos. No obstante en estas dos últimas entradas que he citado ya me olía que no es oro todo lo que reluce. Ni toda la maldad posee una mirada de fuego, ya que en un azul tan claro como el agua de un manantial puede gestarse la peor de las personas.
Es increíble, aún me cuesta creer que una persona que consideré mi mejor amiga haya llegado al extremo del que hoy doy testimonio. La imagen que coloqué al inicio de esta entrada no es fortuita, es la que más se ciñe al concepto que hoy tengo de ella.
¿Como puede traicionarse mi amistad, una amistad que realmente vale su peso en oro, de una manera tan ligera? Supongo que le causa algún tipo de oscuro placer ningunearme...
Realmente esa escorpio no sabe con quien se está metiendo. Cuernos y pezuñas adornan mi robusta estampa, y como ya describí anteriormente, los aries somos especialmente tozudos cuando creemos tener la razón. Asumimos la injusticia como el peor de los males y si se comete directamente contra nosotros es simplemente la guerra.
Así es, querido lector. Esto es sencillamente la guerra. Pero tendré que luchar sólo, ya que realmente mi novia no es buena en este tipo de cosas. De hecho, con el tiempo me he dado cuenta que si quiero algo bien hecho, tengo que hacerlo yo. No sirve de mucho enfadarse con ella, ya que nunca aprende, nunca cambia...
No puedo decir de ella que sea una persona descarada, ya que siempre pide disculpas cuando se equivoca. El problema es que en mi lucha contra la escorpio, lo que importa no es la capacidad de disculpa de mi novia, sino hasta que punto hace bien las cosas.
Porque opine el lector... ¿de que sirve que me diga "lo siento" si la persona que ha actuado mal ya se ha salido con la suya? He intentado convencerla de que la gente que la conozca siempre va a usar contra ella la "técnica rehén", que consiste básicamente en proponer una idea propia en nombre de mucha más gente que no tienen culpa, para que tu accedas por ellos. Esa estrategia funciona demasiado bien con mi novia, por desgracia...
Pero no funciona contra mí. ¿Sabes? Nunca he tenido miedo a quedarme solo. Sé que nunca estaré solo si actúo de manera justa, puede que menos gente me aprecie, pero los que lo hagan serán justos como yo. Siempre hay tiempo para pedir disculpas a las personas que "no tenían culpa" si te los llevaste por delante.
Es complicado luchar contra una persona así, sin duda. No es fácil derrotar a una persona movida por el mal. Pero también es humana, y basta conocerla para hacerle mucho daño si me lo propongo. Una persona malvada como ella se sale muchas veces con la suya, pero siembra muchos rencores a su paso.
Derrotarla es extremadamente fácil, ya que las personas malvadas, por el mero hecho de actuar mal, necesitan que los que las rodean las apoyen constantemente. Si dejas sola a una persona malvada, se derrumbará. Una escorpio está a punto de comprobarlo.
Y es ahí donde mi novia hace mucho daño a mis planes, ya que le proporciona justo la vía de escape que necesita: Una "amiga" con poca capacidad para defenderse de la que se puede cachondear cuando quiera, inventándose motes sobre ella...
...y elaborando gracias de mal gusto.
Mi novia afirma que le tenía mucho cariño a esa bruja... pero ignora que también era así en mi caso. Gracias a un amigo mío en una bronca que tuvo con ella, empecé a darme cuenta de que no era tan buena persona como yo creía. Ese chico me contó muchas cosas, las guardias del hospital son largas y tediosas y se habla de muchas cosas, y es justo ahí cuando empecé a descubrir la verdadera naturaleza de un demonio con rizos de ángel.
Más tarde tuve "el placer" de toparme con el primer cuchillo dirigido contra mi. Acerca de aquel "diccionario de propedéutica" del que me hice. Nunca antes me había topado con un cuchillo directo contra mí, pero cometió un error: Mi capacidad de convicción.
Volver a la gente contra ella es sencillo, en general manipular a la gente es algo que a los aries, como signo líder del zodiaco, se nos da bien. Hemos nacido para convencer y ordenar, somos líderes natos, y la gente suele darnos la razón.
Y así fue, en aquella ocasión todo el mundo me dio la razón. Todos los compañeros de los que ella se creía "respaldada". Entendió entonces que no le convenía actuar de manera directa contra mi, a la cara. Y es ahí cuando comenzó a actuar por mi espalda.
Siguiendo un ideal bastante perverso, logró hacerle una especie de "minifiesta" a mi novia por su cumpleaños exigiendo de manera explícita que yo no estuviese. ¿Sabes? mi novia me decepcionó un poquito al acudir a semejante evento, pero no puedo hacer nada para controlar su inocencia. La anterior entrada, "Ira Calcinante", se refería a la impotencia que sentía ante el hecho de que no podía contar con mi novia para estas cosas.
Es demasiado inocente por desgracia. No puedo contar con ella.
La escorpio la conoce bien, y en esta ocasión empleó la "técnica rehén" contra ella, siendo la reacción de mi novia extremadamente predecible.
Pero la lucha sigue. No me ha derrotado aún esa arpía de ojos claros. Algún día pagará por todo esto, por el trato que ha dado a uno de mis mejores amigos, por la manera en que se ha reído siempre de mi novia y por los recientes desplantes hacia mi. Llegué a pensar que los 4 éramos un grupo inseparable con una amistad inquebrantable...
...llegué a creer en la unidad de lo nuestro.
Pero la gente cambia. No pasará mucho tiempo antes de que esa niña experimente la desesperación de la venganza lenta y dolorosa que sólo aguarda el momento apropiado para desencadenar su furia contra la injusticia. Esa que no olvida. Nunca perdona.
Ha cometido el mayor error de su vida. Pero aún no lo sabe...
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