Cuando algo muere, algo nace... asi funciona este ciclo inevitable: El colectivo es eterno; el individuo, mortal.

jueves, 26 de enero de 2012

Nostalgia Distante


- Poesía íntegramente dedicada a mi novia, a la distancia que nos separa la mayor parte del tiempo y que provoca llagas en mi corazón y confunde mis torpes sentimientos. Para recordarla cuando me sienta hundido. Para ver la luz cuando ella me falte. Para no perder nunca lo más importante de mi vida. En recuerdo de lo que siento, para nunca olvidar, mi corazón deja escritos estos versos breves pero profundos:

Como cantos de paloma
Que a veces trinan y a veces lloran
Mi alma a veces chilla
Desolada maravilla
Por ver sólo tu sonrisa
Siempre pura, nunca avisa
Si un día te levantas
Con un vacío en tu pecho
Que se aloja en tu corazón
Dolido y maltrecho
Si tu luna sólo canta
Con intensa desazón
Quizás andes aquejado
De un mal llamado amor
Como niebla se tejen velos
En mi vida cuando no está
Y no sé porque será
Que quizá la eche de menos...


- Te amo N.P.G.

martes, 24 de enero de 2012

Maldad Dorada


- Hay momentos en la vida en que, tras sucesivas oportunidades y decepciones, descubres que una persona es malvada. Tristemente en mi caso, era una persona muy querida para mi.

Hace escasos 3 años, fue una gran amistad. Con muy pocas personas he llegado a establecer un vínculo de amistad tan fuerte. No obstante, de un tiempo a esta parte, esa persona ha cambiado... ya no actúa inocentemente, ni tiene ninguna importancia para ella todo aquello que vivimos juntos. Es triste ver como una persona que querías de verdad se vuelve una auténtica arpía cuyos actos parecen movidos por el peor de los demonios.

Así es, más abajo en otro par de entradas, "Ángeles caídos" y "El megiddo" hablaba ya de ella. Sin contar con las miles de entradas que escribí dirigidas a la amistad que mantuvimos. No obstante en estas dos últimas entradas que he citado ya me olía que no es oro todo lo que reluce. Ni toda la maldad posee una mirada de fuego, ya que en un azul tan claro como el agua de un manantial puede gestarse la peor de las personas.

Es increíble, aún me cuesta creer que una persona que consideré mi mejor amiga haya llegado al extremo del que hoy doy testimonio. La imagen que coloqué al inicio de esta entrada no es fortuita, es la que más se ciñe al concepto que hoy tengo de ella.


¿Como puede traicionarse mi amistad, una amistad que realmente vale su peso en oro, de una manera tan ligera? Supongo que le causa algún tipo de oscuro placer ningunearme...

Realmente esa escorpio no sabe con quien se está metiendo. Cuernos y pezuñas adornan mi robusta estampa, y como ya describí anteriormente, los aries somos especialmente tozudos cuando creemos tener la razón. Asumimos la injusticia como el peor de los males y si se comete directamente contra nosotros es simplemente la guerra.


Así es, querido lector. Esto es sencillamente la guerra. Pero tendré que luchar sólo, ya que realmente mi novia no es buena en este tipo de cosas. De hecho, con el tiempo me he dado cuenta que si quiero algo bien hecho, tengo que hacerlo yo. No sirve de mucho enfadarse con ella, ya que nunca aprende, nunca cambia...

No puedo decir de ella que sea una persona descarada, ya que siempre pide disculpas cuando se equivoca. El problema es que en mi lucha contra la escorpio, lo que importa no es la capacidad de disculpa de mi novia, sino hasta que punto hace bien las cosas.

Porque opine el lector... ¿de que sirve que me diga "lo siento" si la persona que ha actuado mal ya se ha salido con la suya? He intentado convencerla de que la gente que la conozca siempre va a usar contra ella la "técnica rehén", que consiste básicamente en proponer una idea propia en nombre de mucha más gente que no tienen culpa, para que tu accedas por ellos. Esa estrategia funciona demasiado bien con mi novia, por desgracia...


Pero no funciona contra mí. ¿Sabes? Nunca he tenido miedo a quedarme solo. Sé que nunca estaré solo si actúo de manera justa, puede que menos gente me aprecie, pero los que lo hagan serán justos como yo. Siempre hay tiempo para pedir disculpas a las personas que "no tenían culpa" si te los llevaste por delante.


Es complicado luchar contra una persona así, sin duda. No es fácil derrotar a una persona movida por el mal. Pero también es humana, y basta conocerla para hacerle mucho daño si me lo propongo. Una persona malvada como ella se sale muchas veces con la suya, pero siembra muchos rencores a su paso.

Derrotarla es extremadamente fácil, ya que las personas malvadas, por el mero hecho de actuar mal, necesitan que los que las rodean las apoyen constantemente. Si dejas sola a una persona malvada, se derrumbará. Una escorpio está a punto de comprobarlo.


Y es ahí donde mi novia hace mucho daño a mis planes, ya que le proporciona justo la vía de escape que necesita: Una "amiga" con poca capacidad para defenderse de la que se puede cachondear cuando quiera, inventándose motes sobre ella...

...y elaborando gracias de mal gusto.


Mi novia afirma que le tenía mucho cariño a esa bruja... pero ignora que también era así en mi caso. Gracias a un amigo mío en una bronca que tuvo con ella, empecé a darme cuenta de que no era tan buena persona como yo creía. Ese chico me contó muchas cosas, las guardias del hospital son largas y tediosas y se habla de muchas cosas, y es justo ahí cuando empecé a descubrir la verdadera naturaleza de un demonio con rizos de ángel.

Más tarde tuve "el placer" de toparme con el primer cuchillo dirigido contra mi. Acerca de aquel "diccionario de propedéutica" del que me hice. Nunca antes me había topado con un cuchillo directo contra mí, pero cometió un error: Mi capacidad de convicción.


Volver a la gente contra ella es sencillo, en general manipular a la gente es algo que a los aries, como signo líder del zodiaco, se nos da bien. Hemos nacido para convencer y ordenar, somos líderes natos, y la gente suele darnos la razón.

Y así fue, en aquella ocasión todo el mundo me dio la razón. Todos los compañeros de los que ella se creía "respaldada". Entendió entonces que no le convenía actuar de manera directa contra mi, a la cara. Y es ahí cuando comenzó a actuar por mi espalda.


Siguiendo un ideal bastante perverso, logró hacerle una especie de "minifiesta" a mi novia por su cumpleaños exigiendo de manera explícita que yo no estuviese. ¿Sabes? mi novia me decepcionó un poquito al acudir a semejante evento, pero no puedo hacer nada para controlar su inocencia. La anterior entrada, "Ira Calcinante", se refería a la impotencia que sentía ante el hecho de que no podía contar con mi novia para estas cosas.

Es demasiado inocente por desgracia. No puedo contar con ella.

La escorpio la conoce bien, y en esta ocasión empleó la "técnica rehén" contra ella, siendo la reacción de mi novia extremadamente predecible.


Pero la lucha sigue. No me ha derrotado aún esa arpía de ojos claros. Algún día pagará por todo esto, por el trato que ha dado a uno de mis mejores amigos, por la manera en que se ha reído siempre de mi novia y por los recientes desplantes hacia mi. Llegué a pensar que los 4 éramos un grupo inseparable con una amistad inquebrantable...

...llegué a creer en la unidad de lo nuestro.


Pero la gente cambia. No pasará mucho tiempo antes de que esa niña experimente la desesperación de la venganza lenta y dolorosa que sólo aguarda el momento apropiado para desencadenar su furia contra la injusticia. Esa que no olvida. Nunca perdona.



Ha cometido el mayor error de su vida. Pero aún no lo sabe...

domingo, 22 de enero de 2012

Ira Calcinante


"Cuando la ira se apaga por el sentimiento de que tu vida no se rige por tus deseos sino por intervenciones ajenas en la misma, sólo quedan los rescoldos saturados de la impotencia"

- Bonito proverbio que se me ocurrió esta misma tarde, mientras hacía balance del día: Ha sido una auténtica porquería, y no me siento orgulloso ni de la noche ni del propio día de hoy, desaprovechado a causa de la desconcentración que me produce mi propia rabia. ¿Que puedo decir de hoy? Estoy extremadamente quemado de todo, te aseguro querido lector que el sentimiento que me inundaba al terminar las navidades era el exacto antagonista del que siento ahora mismo, ahogado por una vida que siempre tuve bajo control hasta que llegó todo esto. ¿Que siento ahora mismo? Siento que ya no soy dueño de mi vida, de mis actos, de mis sentimientos. Si me preguntas hoy si soy feliz, no sabría que responderte...


Estoy enfadado. Enfadado como nunca. El enfado de quien, saturada la ilusión inicial, comienza a ver y descubrir la realidad que le rodea, la realidad que se ha buscado. La nefasta combinación de factores que me hacen escribir esta entrada hoy con el simple fin de desahogarme de una vida truncada completamente a causa de todo esto.

¿Que puedo decir? Ni siquiera se me respeta, siento que tomo absolutamente todas las decisiones acerca de qué hacer con mi tiempo en base a terceras personas que resultan ser extremadamente egoístas cuando les toca elegir a ellas.

He perdido mi físico, he perdido mi planificación en los estudios, he perdido mi tranquilidad, la libertad de decidir que hago con mi tiempo libre, he perdido mi carácter, he perdido la confianza en mi mismo, en el estilo de ropa que me gusta, en la música que siempre he escuchado, he perdido la posibilidad de un nuevo comienzo... ¿a causa de que?


A causa de lo más absurdo, del más simple de los sentimientos que puede experimentar un ser humano, estoy al borde de hacer una estupidez porque no aguanto mi vida.

No aguanto el ritmo ajeno al que se desenvuelve, y la cantidad de chantajes emocionales a los que estoy sometido día tras día... más que chantajes, son en algunos casos auténticas coacciones emocionales lo que sufro... por tonterías.


Hasta el más simple de mis errores desemboca en una coacción emocional.

No sé si buscaba esto para mi vida. No responde a lo que yo he visto en mis padres, a lo que veo en mis primos, no responde a esa relación de unidad firme que al menos ellos aparentan mantener. No veo unidad de pareja, no veo claridad, no veo empatía...

...solo veo caprichos.


¿Qué debo hacer ahora? ¿que puedo hacer ahora?
No lo sé. Ni siquiera sé si puedo mantener la privacidad de este blog.



La sensación de que se está controlando tu vida de un modo que no puedes contraatacar y del que no puedes defenderte es sumamente desagradable. No se lo deseo al lector. No le gustará sentir como cada uno de los minutos de su vida parecen estar ya planificados de antemano, con fatales consecuencias el día que decida saltarse la norma "emocional" impuesta. El castigo es la humillación de sentir que eres siempre el malo.


Es como ahogarse en una jaula sumergida. El mismo agobio. La misma impotencia...

...desearía estallar y calcinar todo lo que se ha convertido en mi vida.

miércoles, 18 de enero de 2012

Ser Aries


- La entrada que escribo hoy pretende ser muy personal. Mucho más que cualquier otra que haya escrito hasta la fecha, y es que va destinada a ser una descripción de las características más o menos compartidas entre los arianos, descrita por un ariano.

Mucho ha especulado la astrología acerca de, en general, los signos zodiacales, con especial mención a este gran signo, el primero del panteón celestial.

Los aries simbolizamos el nacimiento del cosmos, un signo joven, noble y sin duda el prototipo de "líder nato". Según la astrología, somos el alfa, el principio, y simbolizamos las ganas de vivir y de triunfar en la propia vida. Como niños, los aries nos caracterizamos por ese espíritu jovial que con los años adquiere la chispa heroica de todo líder admirable.

Al contrario que en el resto de los signos zodiacales, un aries no nace con maldad consciente. Si realiza un acto malvado, lo hará porque encaja en su ideal de justicia, paradójicamente mucho más equilibrado y firme que el de un Libra. Esto, sumado a nuestra inocencia nos convierte a los Aries en el perfecto malvado, como contraparte a un potencial heroico. Dependiendo de los ideales y de la educación que se dé a un Aries, puede convertirse en un líder honorable o en un férreo y cruel dictador. Y sea lo que sea, no observarás grietas en su determinación. Si es educado bajo el ideal del ojo por ojo, un Aries creerá fielmente en la Ley del Talión. Y la defenderá a capa y espada.


No es nuevo, todos hemos visto los ideales de perfecto héroe y perfecto villano Hollywoodense. Un aries al nacer posee el potencial necesario para llegar a ser perfecto en cualquiera de los papeles que la vida quiera otorgarle.

Pero existen otros signos capaces de ejercer liderazgo eficaz como Leo o Escorpio. La diferencia con el Aries es que un aries es menos egoísta que un escorpio, menos orgulloso que un Leo y como característica resaltante diríamos que el Aries se siente a gusto tanto acompañado como en solitario. Escorpio y Leo suelen tener más dependencia de su grupo.

Por otro lado, un Aries no llega a tal grado de independencia como los Capricornio, capaces incluso de pisar a sus aliados con tal de escalar posiciones en la vida. Para un capricornio todo vale, pero el noble espíritu de un aries le impedirá cometer actos que considere injustos. No obstante arremeterá con mayor fuerza contra aquellos actos que considere injustos, probablemente sea el signo que mayor ferocidad presenta a la hora de defender sus ideales. Sus convicciones suelen ser las más fuertes del zodiaco.


No obstante, si hay algo que nos caracteriza a los arianos, es la impulsividad.

Un aries no repara en riesgos si el beneficio de sus acciones esta justificado por las metas a alcanzar. Un aries suele decir la verdad, salvo que haya aceptado la mentira en pequeña escala como válida. En cualquier caso, nunca mentirá en cosas graves. Para un signo honesto como aries es muy complicado mentir si no se miente primero a si mismo. Ahora bien, si lo consigue, idealizará su mentira y será muy creíble.

Por otro lado, los aries no han sido dotados del don de la paciencia. Cualquier aries (entre los que me incluyo) montará en cólera ante la sola idea de esperar más de lo que considere necesario. Su impulsividad les lleva con frecuencia a equivocarse, lo que supone un cóctel mortal, ya que odian errar en todo el sentido de la palabra. Perder, fracasar, equivocarse y consecuentemente tener que disculparse supone el fin del mundo para un aries.

Aconsejar a un aries, sermonearlo o decirle lo que está bien o mal es sin duda uno de los mayores errores que pueden cometerse con ellos. Junto al fracaso, es la segunda cosa que más odian. No obstante si consigues demostrarle que estaba equivocado, su noble corazón le hará reconocer su error. Pero no te será nada fácil esto último.


Tienden a ser críticos con su pareja. Más que críticos, podría decirse que si su pareja no hace las cosas del modo que ellos habrían deseado, la bronca está servida en bandeja de plata. En ese sentido, pueden llegar a ser muy egoístas y egocéntricos con las personas con las que tienen pocos puntos en común. Todo responde a un ideal de justicia propio de cada aries. Si te sales de ahí, debes cambiar... o atenerte a los crueles comentarios que podrían caerte encima. Y no habrá clemencia una vez comiencen.

Porque, por si no he reconocido aún defectos suficientes de los nacidos bajo nuestra constelación, herir la sensibilidad de los demás es algo que se nos da a mi juicio demasiado bien. Cada aries aprende sobre los demás y va guardando cartas bajo la manga, nunca se sabe cuando podrían ser útiles. Y si llevas la contraria a un aries, puedes toparte con comentarios desmedidamente crueles. "Los niños son muy crueles", y... ¿que son los Aries sino los niños del zodiaco? Los primeros, los más jóvenes, entusiastas, enérgicos y... crueles. Extremadamente crueles, porque siempre pensaremos que "se lo merecía".


Por desgracia el aries carece de la capacidad de reflexión de otros signos de fuego como Sagitario, o de la capacidad de comprensión de los Leo, de manera que es el signo más ardiente de su panteón. Cada aries representa la llama de la vida en todo su esplendor...

Así somos. Así soy. Para lo bueno y para lo malo, por algo somos el único signo que se considera a medio camino entre el bien y el mal, con múltiples potenciales. Cordero de Dios o signo del demonio: Los aries representan la señal del nuevo comienzo.



Así pues, ¿Que significa ser aries?
"Ser aries significa alcanzar todo, y a la vez el potencial de no llegar a ser nada..."