domingo, 20 de marzo de 2011
En defensa del Arte Marcial
Reiki y Kyusho, dos artes marciales basadas en el conocimiento médico de los puntos vitales, pero con dos fines muy diferentes. En las artes marciales muchas veces, aqui en occidente, nos sorprendemos de la relatividad de todo, de su bipolaridad. Ambas son artes en las que me he iniciado por cuenta propia, y ambas se basan en puntos de presión e imposición de manos. Hasta aqui todo bien:
No obstante, en tanto que el Reiki se basa en la imposición de manos y el conocimiento de los nódulos nerviosos (con bases médicas) para desarrollar técnicas de relajación y en algunos casos sanación de cuerpo y mente, el Kyusho, basándose en estos mismos puntos vitales busca desarrollar técnicas de autodefensa y destrucción, conocer estos puntos críticos del cuerpo humano (puntos débiles) y emplearlos para desarrollar una serie de técnicas basadas en aplicar presión o golpear dichos puntos con menor o mayor firmeza, según se prefiera sólo atontar a la víctima, o bien provocarle lesiones graves.
No piense el lector que exagero cuando digo que tanto el Reiki como el Kyusho pueden curar lesiones o matar respectivamente. ¿Nunca han visto alguna pelea de artes marciales y se han preguntado como es posible que, sin aplicar aparentemente fuerza uno de los contrincantes, haya conseguido provocar la rotura de un hueso a su oponente? Sin golpes fuertes, sin apenas violencia, sólo con el posicionamiento adecuado del cuerpo y un pequeño cambio de posición...
Realmente se debe a que estas técnicas poseen un fin médico en sus raíces, conocer el cuerpo y las zonas que son realmente interesantes para nuestras técnicas, y desarrollar un arte marcial basándonos en ello (o una técnica de relajación).
Por eso me sorprendo cuando mucha gente en occidente se ríe al oír que con sólo dos dedos puede acabar en coma. En occidente la gente tiende a pensar que lo sabe todo, hay poca prudencia. Si el golpe seco se aplica con dos dedos en la sien (por poner un ejemplo), yo no sería tan temerario de reírme a la ligera de algo asi.
Luego ocurren cosas como que no nos creemos que alguien pueda romper una pila de ladrillos macizos con una mano, o que alguien pueda vivir comiendo tan sólo un grano de arroz al día. Realmente no conocemos todo el potencial de nuestro cuerpo, y si existe una sociedad en la que sencillamente nuestro egocentrismo nos cierra las puertas a desarrollar todo nuestro potencial individual, esa es occidente...
Pediría al lector prudencia. Sí que se puede matar a alguien conociendo los puntos por los que pasan sus arterias cefálicas, y si se puede sanar a alguien aplicando masajes e imposición de manos en esos mismos puntos. Muy relativo, y bastante increíble que la vida y la muerte compartan las mismas zonas del cuerpo, pero totalmente real. Es algo que nunca dejará de sorprenderme, la bipolaridad del arte marcial...
¿Proteger o agredir? ¿matar o sanar? Todo depende del ejecutor de la técnica...
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