Cuando algo muere, algo nace... asi funciona este ciclo inevitable: El colectivo es eterno; el individuo, mortal.

lunes, 28 de marzo de 2011

Ecos del Silencio


Escribo esto hoy porque si bien es algo que siempre atormentó mi alma, no me apetece amargar a nadie, mis seres queridos no merecen escuchar mis siniestras divagaciones. Siempre he tolerado la muerte como algo que forma parte de la vida, lo que no implica que la haya aceptado. Día a dia, el recuerdo se hace más fuerte, aquellas personas que pasaron por aqui y hoy ya no están. ¿Dejaron de existir? No lo sé, ¿Están en algún lugar? Tampoco estoy seguro...

Todos tenemos que pasar algún dia por ese trance, y no importa lo que hayamos hecho en vida, porque llegado el momento estaremos sólos. Hay muchas cosas que me impulsan a cultivar mi propia dureza mental, mi propio ser. Una de ellas es esta certeza.

No puedo decirte dónde está tu abuelo, tu tía, tu madre, tu hermana, tu hijo... tan sólo puedo decirte que llegado el día pasarás por lo mismo que ellos. Pero no tengas miedo, todos debemos llegar, es algo que siempre estará presente mientras vivamos. No temo a la muerte, es algo que ha de ocurrir, tarde o temprano. No conocemos el día, de hecho soy de los que piensan que ni siquiera está escrito, sino que ocurrirá súbitamente al menor descuido, cuando tu cuerpo se canse, o cuando tu mente no pueda más...

¿Qué temo entonces? ¿En qué creo yo? Yo no creo en nada, tan sólo tengo una certeza, algo que sé que si que sentiré: Soledad y una profunda tristeza. He vivido la muerte de familiares muy queridos muy de cerca, por sus gestos, por la manera en que exhalaron su último aliento, esa expresión que nunca olvidaré, no importa cuanto tiempo pase.

No era rabia, ni alegría, ni siquiera alivio aunque la enfermedad hubiese sido dura: Tan sólo soledad y tristeza. Sentir cómo su alma se suelta de la mano que la tuya le tiende, como un náufrago cuyo barco se aleja, quedando sólo, a la deriva, arrancado de su lugar...

No sé donde están tus familiares perdidos. No sé si te reunirás con ellos. Y ni aún reuniéndote con ellos, puedo garantizarte que te acordarás de la vida que pasaste con ellos. No puedo aclararte nada de lo que está por venir, aún a pesar de haber mirado fijamente al rostro de la muerte, llevándose a algunos de mis seres queridos delante de mis narices. Hay quien dirá que es producto de un trauma, o de la situación, pero en el momento en que se fué, sentí como la habitación se helaba. Todos los que estuvimos en esa habitación llevamos desde entonces una parte de nuestros corazones congelados. Puede que no seamos conscientes de que la muerte caminó por unos segundos entre nosotros, pero sé que nuestras almas la vieron claramente, el frío que sentimos es la prueba.

No necesito ver ni un sólo programa de sensacionalismo esotérico para saber lo que se siente cuando pierdes a alguien, cuando se rompen los lazos que os unieron. En este preciso instante, mientras escribo estas líneas, puedo sentir cómo mi propio corazón sangra por dentro, cómo se reabre la herida. Mi alma llora desconsolada, pero es algo que debo escribir para quedar en paz conmigo mismo, ahora y para siempre...

Por suerte no he tenido que lamentar la muerte de ningún familiar joven aún. Si me produce este dolor la muerte de un ser querido que ya habia recorrido gran parte de su esperanza de vida, no quiero ni imaginarme lo que deben sentir las personas que pierden a un niño. Porque a fin de cuentas, mis familiares tenían la experiencia de su parte, yo mismo cuento con la experiencia necesaria para sentir miedo, pero no desorientación, e incluso aguantar esos momentos de absoluta soledad. ¿Cómo debe sentirse un niño, que aún casi ni empezó a vivir, cuando es arrancado de la vida por estas afiladas garras?

Casi puedo sentir el dolor de los que se van, no sé si es una cualidad común, sólo sé que cuando paso por un lugar donde alguien cesa su camino, o leo una esquela en una puerta, me recorre un frío intenso, se me hace un nudo en la garganta y la boca me sabe a lágrimas. Puedo sentir su soledad, es por eso que a veces me gusta estar sólo. Absolutamente sólo. Pensar en mi como individuo, y retar mi propia resistencia mental para comprobar si estoy preparado. Por eso me agrada la oscuridad, y la nostalgia que me produce un día nublado o con niebla densa... entender esto, es entenderme a mí.


Aún así, nadie sabe que hay más allá...
¿Qué ocurrirá entonces? Tampoco lo sé, ni quiero averiguarlo.

Gaia Natural



Explosión de sagrada vida
Nacida del bosque caduco
Hasta la selva tropical
Que con tus ramas anidas
Naturaleza de todo ser vivo
Tu que nos das tu caricia
Con cada sol matinal
Fuerza de barro glauco
Bella dama del panal
Que derramas dulces mieles
Sobre unos desaprensivos hijos
Que ni siquiera se te parecen
Viento que recorta tus laderas
Cumbre de afilados bordes
Y escarpadas azoteas
Cuna de mil aves
Que vuelan sobre tus corrientes
Sobre ígneo fuego
Bajo cristalinas aguas
Manantial de pura esencia
Entre acantilados salientes
Que rompen tu precioso sueño
Fuente de sabia experiencia
Regalas flores de tu fragua
Templo de piedra blanca
Madre naturaleza
Empleas corteza y leño
Para cuidar a tus vástagos
Con infinita ternura
Reina de la realeza
Agua que nunca se estanca
Entre olivos y muérdagos
Alma enjoyada y pura
De vivos colores
Desde el estertor de la mañana
Hasta la pasión de la noche
Nos llenas de sabores
Fruta dulce que mana
Con descuidado derroche
Sin pensar en ti misma
A veces te lastimas
Tanto amor profesas
Por tus bellas creaciones
No existe marisma
Ajena a tu dulce calima
Caricia de mil fresas
Te dedico mis canciones
Tal vez sólo sea poesía
Lo que mis manos escriben
Canción dulce y bella
Sólo por este día
Me permito dedicarle a ella
De tu néctar mis labios beben
Con cada sorbo de agua pura
Que nació de tu pensamiento
Por ríos y laderas
Por bosques y selvas
Por desiertos y tundras
Nacidos de tu esencia
Gaia Natural
Madre Naturaleza
A ti te debemos
Nuestra sola existencia.


domingo, 20 de marzo de 2011

Océanos del Tiempo


Otro año más, otro eslabón más a la cadena. Mirando lentamente el sol de la mañana, me doy cuenta del camino recorrido hasta el momento... No ha sido fácil llegar hasta aqui, todo lo que tengo, todo lo que he perdido. El tiempo es cruel, necesitas un buen barco para no naufragar en sus agitadas aguas...


Mi barco se llama Ilusión, y sin duda es un gran navío para no zozobrar en estos mares déspotas y salvajes, aunque a veces hace aguas, como todo en esta vida.

Son las pequeñas cosas las que realmente hacen la vida, los pequeños islotes que nos encontramos en este angosto mar. Tomar un helado apaciblemente dando un paseo, disfrutar del sol estival, observar el vuelo de un mirlo despreocupado, escuchar los sonidos de la naturaleza en pleno campo abierto... Quien vive sin vivir, sujeto a una rutina y sin darse cuenta de lo que pasa a su alrededor, es sin duda un náufrago en este océano infinito. Su barco se hundió hace tiempo, por un trauma familiar, por un despido, por el estrés... y poco se puede hacer por esas personas.


Con tristeza y tal vez nostalgia contemplo a las miles de personas a mi alrededor que navegan aferradas a los tablones destrozados de lo que un día fueron sus navíos. Obsesionados con subsistir aferrados a un trozo de madera, no son capaces de ver los cientos de islas a su alrededor, donde podrían encontrar algo de tierra firme donde descansar. Pobres, lastimero los observo, pero nada puedo hacer por ellos, ya que estos barcos sólo pueden cargar con una persona...

Pasen los años que pasen, seguiré navegando. No sé exactamente cual es la tierra sobre la que he de asentarme, pero las islas que me voy encontrando por el camino, en cosas tan simples como el trino de un gorrión, me sirven para aprovisionarme.


He visto a muchas personas ahogarse a mi lado, zozobrar, naufragar... pero este mar es cruel, y hunde sin piedad los barcos que ofrecen auxilio. Sus reglas son claras, si acoges a un náufrago en tu navío, los dos acabaréis a la deriva.


Largo es este viaje que todos emprendemos al nacer, y hasta el barco más fuerte acaba desgastado y se hunde, dejándonos a la deriva en estas aguas donde sólo nos quedará ya ahogarnos para siempre...

...pero hasta que llegue ese día, seguiré navegando.


Y tú deberias hacer lo mismo. Busca tus pequeñas islas paradisiacas en este lugar y disfruta de ellas, ya que cuando tu barco vuelva a zarpar, encontrarás otras, pero las que ya has visitado no volverás a divisarlas jamás... no hay marcha atrás para los que navegamos en estas corrientes, la resaca es implacable con el bajel que comandamos, y nunca nos lleva al mismo punto... aqui el viento sólo sopla en una dirección.


22 inviernos navegando, asi ve su vida este corsario...

En defensa del Arte Marcial


Reiki y Kyusho, dos artes marciales basadas en el conocimiento médico de los puntos vitales, pero con dos fines muy diferentes. En las artes marciales muchas veces, aqui en occidente, nos sorprendemos de la relatividad de todo, de su bipolaridad. Ambas son artes en las que me he iniciado por cuenta propia, y ambas se basan en puntos de presión e imposición de manos. Hasta aqui todo bien:


No obstante, en tanto que el Reiki se basa en la imposición de manos y el conocimiento de los nódulos nerviosos (con bases médicas) para desarrollar técnicas de relajación y en algunos casos sanación de cuerpo y mente, el Kyusho, basándose en estos mismos puntos vitales busca desarrollar técnicas de autodefensa y destrucción, conocer estos puntos críticos del cuerpo humano (puntos débiles) y emplearlos para desarrollar una serie de técnicas basadas en aplicar presión o golpear dichos puntos con menor o mayor firmeza, según se prefiera sólo atontar a la víctima, o bien provocarle lesiones graves.


No piense el lector que exagero cuando digo que tanto el Reiki como el Kyusho pueden curar lesiones o matar respectivamente. ¿Nunca han visto alguna pelea de artes marciales y se han preguntado como es posible que, sin aplicar aparentemente fuerza uno de los contrincantes, haya conseguido provocar la rotura de un hueso a su oponente? Sin golpes fuertes, sin apenas violencia, sólo con el posicionamiento adecuado del cuerpo y un pequeño cambio de posición...

Realmente se debe a que estas técnicas poseen un fin médico en sus raíces, conocer el cuerpo y las zonas que son realmente interesantes para nuestras técnicas, y desarrollar un arte marcial basándonos en ello (o una técnica de relajación).

Por eso me sorprendo cuando mucha gente en occidente se ríe al oír que con sólo dos dedos puede acabar en coma. En occidente la gente tiende a pensar que lo sabe todo, hay poca prudencia. Si el golpe seco se aplica con dos dedos en la sien (por poner un ejemplo), yo no sería tan temerario de reírme a la ligera de algo asi.

Luego ocurren cosas como que no nos creemos que alguien pueda romper una pila de ladrillos macizos con una mano, o que alguien pueda vivir comiendo tan sólo un grano de arroz al día. Realmente no conocemos todo el potencial de nuestro cuerpo, y si existe una sociedad en la que sencillamente nuestro egocentrismo nos cierra las puertas a desarrollar todo nuestro potencial individual, esa es occidente...


Pediría al lector prudencia. Sí que se puede matar a alguien conociendo los puntos por los que pasan sus arterias cefálicas, y si se puede sanar a alguien aplicando masajes e imposición de manos en esos mismos puntos. Muy relativo, y bastante increíble que la vida y la muerte compartan las mismas zonas del cuerpo, pero totalmente real. Es algo que nunca dejará de sorprenderme, la bipolaridad del arte marcial...

¿Proteger o agredir? ¿matar o sanar? Todo depende del ejecutor de la técnica...

sábado, 12 de marzo de 2011

Cuervo Pardo


Cuervo solitario de insólito plumaje, posado sobre las rocas afiladas de mi alto risco, al lado de una ermita, contemplo el horizonte y pienso...

Nací hace muchos años, y a diferencia de mis hermanos, no me produce excitación la carne. Más bien el mar, a doscientos metros de él nací yo, una tarde soleada, en algún lugar de las extensas tierras andaluzas...

Mi plumaje no es negro tampoco, lo que en el pasado me supuso burlas de mis hermanos, decían que debia ser negro, asi había sido siempre, así debía seguir siendo. Siempre me rebelé contra lo que mis hermanos opinaban, algo lleno de prejuicios y superficialidades. ¿Qué más da el color de mi plumaje? Siento atracción por la bruma igual que ellos, mi melancolía por subirme a afilados riscos y contemplar la llanura es idéntica cuando estoy en pleno vuelo, mis graznidos retumban igual de siniestros en las amplias estepas... no obstante, ellos me juzgan por el color de mis plumas.

Creen que no puedo ser tan cuervo si no tengo ese color azabache en mis plumas, creen que todo en este mundo se puede premonizar sólo por una apariencia...

Y por eso me rebelo. Dia a dia me rebelo internamente contra su forma de pensar... ¿Acaso no son mis alas igual de libres para surcar el cielo que yo quiera? ¿Porque deben ser mis plumas de color negro para llamarme cuervo? ¿Acaso el color me impide volar?


Pero lo peor vino cuando me enamoré de una preciosa Golondrina de plumaje dorado, las críticas se agudizaron, decían que yo debería estar con otra cuerva, no con una golondrina, que nada tenía que ver conmigo, que no nos parecíamos en nada, que incluso mientras nosotros anidamos en afilados riscos ellas prefieren anidar bajo los tejados de las casas de esas criaturas bípedas que nos miran con temor... ¿Y qué?

Incluso mi pequeña golondrina dudaba a veces, decía que yo debería amar a otra cuerva, no entendía porque prefería estar con ella... oír aquellas palabras de su lindo pico me hirió, me hizo daño, pero rápidamente sereno le dije "Soy libre de volar por donde yo quiera, sin tener en cuenta mi plumaje, y soy libre de amar a quien yo quiera, pues lo que los demás opinen no tiene ya influencia sobre mí"...

Estas palabras tranquilizaron a mi linda golondrina, dorada, preciosa... su argéntea mirada me dió a entender que lo había comprendido. Ella creía que no merecía a un pájaro tan grande, pero yo me negué a que se conformase con menos.

Creo que ahora lo entiende, y con que ella lo comprenda, me basta... porque sé que ni la más cercana de mis amistades está libre de la envidia, y ver a un cuervo marrón con una golondrina dorada es algo que genera envidia. Envidia porque ellos no se atreverían con esto. Envidia porque ellos nunca descubrirán que hasta una golondrina puede tener el corazón de una cuerva, y enamorar a un cuervo como yo...


...y porque también existen muchas majestuosas cuervas con corazón de buitre, incapaces de amar, y con las que jamás habría llegado a ser tan feliz como lo soy con mi pequeña golondrina... porque sé que ella si que me quiere. Y eso es lo único que me importa.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Oscuridad Plateada


Oscuro es el camino que sigue el que siempre ha vivido en la sombra, cobijo de mil llamas que no sólo alumbran, sino proyectan ese néctar manchado de tinta donde la vida o la muerte se deciden de un sólo corte. Plateada como la Luna, tu filo siempre acompañó los momentos en que mi mente se veía en desventaja.

Este texto es un homenaje a ti, blanca rapaz de afilados bordes. Hoy hemos de cortar, ya que algo nuevo ha surgido. Nuestra historia fue larga y bonita, pero ahora hay otra historia. Siempre recordaré la cadencia de tu argéntea silueta, lo que sentía cuando la cadena que te suspendía rozaba mi piel, indicandome que siempre podría contar contigo si las cosas se ponían feas. Tu me has acompañado larga parte de mi vida, ofreciendome siempre algo a lo que agarrarme...

Muchos me decían que era violento el romance que contigo mantenía, que nada bueno podia traer... ¿que sabrán ellos? Tu empuñadura de ébano fue siempre aquella cuerda que me sacó del oscuro foso de la inseguridad, sólo tocar tu cuerpo me hacía sentir mucho más fuerte... porque en el fondo, nunca he sido tan fuerte.

¿Qué decir para despedirme de ti? Hemos compartido demasiado juntos, sólo recordar el brillo de tus metálicas formas contra la luz de la luna empaña mis ojos de recuerdos, lágrimas de tristeza y alegría, ya que todo debe seguir un camino.

Sabías que este romance no sería eterno, ya me avisaste en su día que la sociedad no te acepta, que todo el mundo habla mal de nuestro compromiso... una vez te juré que sería de por vida, pero debo romper esa promesa hoy, ya que este caballero ha encontrado por fin a su princesa, de ígneos cabellos y argéntea mirada, mecida por el viento, de sonrisa fácil a veces, la pureza de su corazón no se puede expresar con palabras.

Antes de abandonar tu alcoba, mi dulce acero, te contaré que mi princesa yacía en lo alto de una gran torre, blanca y pura, lejos de mi mirada. Esa torre se llama amistad, y se ha derrumbado para dar lugar a un gran castillo llamado amor. Fortaleza inexpugnable que nadie podrá asediar. Derroté a un gran dragón llamado apariencias, que intentó engañarme con vanos rumores y falsos estereotipos. Pero hoy te relato, mi preciosa empuñadura, que no lo consiguió. No necesité tu ayuda en ese caso para derrotarle, tan sólo cerrar los ojos y sentir. Es por esto que hoy acudo a ti con esta despedida, mi dulce y preciosa Sarita. Tu cruzado ya sabe defenderse sólo, y su corazón ya tiene dueña. No llores por mí si no es de felicidad, ya que ahora soy feliz. Adiós, mi dulce filo, y gracias por todo...

Camino a la Perfección


Grande es la gesta, pequeñas mis fuerzas, una lucha sin tregua que amanece cada madrugada y duerme cada atardecer, la perfección como tal no existe, no se engañe el lector, no hay un criterio universal para definir la perfección, ya que esta lleva implícita la falta de defectos, y algo que carece de cualquier cosa no puede definirse como perfecto. Por ende, muchos se han esforzado a lo largo de la historia en alcanzar algo que no existe, conscientes de la meta pero inconscientes de que esta, como tal, es imposible.

Ignorantes de ello, han trazado caminos erráticos hacia un objetivo que carece de sentido, ¿No es acaso la idea de una perfección estabilizada, céntrica, invariable, la más imperfecta de las ocurrencias?

Los caminos son la clave, los caminos que se siguen para alcanzarla. No soy perfecto, soy plenamente consciente de ello, ni francamente quiero serlo en el sentido que la gran mayoría lo entiende, ya que al ser perfecto no tendría retos, no tendría metas a batir, no tendría nuevos horizontes a alcanzar... ¿que me quedaría salvo el suicidio? Total, que son si no los problemas y percances del dia a dia los que dan sentido a la existencia... somos perfectos en tanto intentamos serlo, en cuanto seguimos un camino, una meta, un horizonte, día a dia intentar ser un poquito mejores. La gente se ciega en su busqueda de la perfección, porque la ligan a la felicidad, terrible error este, ya que es tanto más feliz una persona que intenta alcanzar algo que una que ya lo ha alcanzado... piense el lector en su vida, ¿acaso no ha buscado nuevos retos una vez alcanzó los que se propuso? Eso es vivir, vivir es buscar, vivir es sufrir, vivir es sentir todo lo que hacemos, todo lo que nos rodea como si mañana se acabase... y mientras buscamos, ignorantes y desprevenidos, muchos somos felices.

Porque en eso consiste vivir, en plantearse nuevos retos. Dia a dia, son las dificultades las que nos hacen felices, una maraña de ideas y sentimientos que se acumulan suaves como la brisa, a veces enroscados en torno a nosotros como espinas, otras acariciando nuestra piel como pétalos de algún exótico perfume...