- Así es, querido lector. El título es simple, pero encierra un mundo de significados. Normalmente en esta época de exámenes tiendo a sentirme de entrada presionado y encadenado a una silla (como es normal y lógico). Si bien es cierto que desde que tengo pareja sin duda se ha intensificado mucho la presión que siento sobre mis hombros. La vida que llevo se ha vuelto sin duda más estresante que antes. Quizá no esté preparado para tener pareja después de todo.
Pero no me gusta pensar en eso claro. Intento evadirme, ya que mi pareja muy a mi pesar lejos de ser una válvula de escape para mi estrés no es sino otro globo más a punto de estallarme en la cara en el momento menos propicio. Eso no es un piropo, claro que no, pero he aprendido a asumir que hay cosas que son así y que voy a tener que aguantar el resto de mi vida. Esa es una de las mayores muestras de amor que puedo profesar hacia una persona, elegir el camino difícil...
Si, elegir el camino difícil. Aunque sea precisamente ella la que lo hace difícil al no respetar mis decisiones, no respetar que tengo muchas cosas en la vida que atender, no entender que el hecho de que la llame de buena gana e intente dirigirle buenas palabras no implica que yo esté bien. Ese es el camino que conduce a ella, lleno de sacrificios como todo en esta vida.
¿Cómo describir, cómo ilustrar mis sentimientos en este momento? La imagen del atlas que encabeza esta entrada es sin duda muy ilustrativa de por sí, pero ya que no la he dibujado yo, me gustaría aportar esa sensación con palabras en esta entrada:
"Imagina un mundo gris en el que nunca sale el sol. Imagina un mundo oscuro en el que el frío te paraliza y el calor te agobia. Un mundo en el que nunca hace la temperatura adecuada y nunca puedes dormir bien porque la luna siempre está encapotada entre nubes grises. Imagina un lugar inundado de calima pesada y asfixiante que ni siquiera deja que tu cabeza esté en blanco por unos segundos. Un lugar donde miras por tu ventana y la hierba es gris, los árboles blanquecinos y el cielo muy muy negro. Un lugar donde te cuesta respirar, donde el suelo parece atraerte hacia el con mayor fuerza de la que la física convencional puede explicar mediante fórmulas. Un lugar en silencio, monótono, opresivo y asfixiante. Casi todos nos hemos sentido así en exámenes, pero ahora añádele el hecho de estar encadenado y encerrado en una habitación, y añádele la tortura de un móvil cuyas llamadas sólo sirven para nublar tu juicio e impedir que te sientas bien interiormente."
¿Se entiende ya mi sitación? Así es como yo me siento. Encadenado, atrapado y con un móvil que muchas veces como hoy sólo sirve para bombardear mi concentración e impedir que haga nada.
No sé qué clase de mujeres hay en el mundo, y también me niego a mí mismo el simple hecho de conocerlas por pleno respeto a mi pareja. No hablo, no me acerco ni dejo que se me acerquen, y en muchos casos ni siquiera me lo paso bien ni soy natural en las pocas fiestas a las que asisto. ¿Y todo para qué? Por una persona que no me respeta a mí ni a mis decisiones, una persona que sólo parece querer oír lo que desea oír. ¿Qué puedo decir? No tengo excusas ni espero compasión.
Intento refugiarme en el hecho de que todas las parejas son así, pero realmente me cuesta mucho creer esto al pié de la letra. Tal vez sólo sea que no somos las personas más adecuadas para estar juntas. No tengo ni idea. He luchado mucho por algo que parece una quimera, y cada vez me aferro más a ello, aún sabiendo que existen cosas en las que nunca nos vamos a entender.
¿Qué tiene de malo decidir lo que debes hacer con tu tiempo? ¿Acaso no es tu tiempo? Desde mi punto de vista es horrible que alguien intente manipular tu tiempo contra tu voluntad, y no refleja para mí amor, sino posesión. No obstante mi pareja opina justamente lo contrario, que eso es "natural" si quieres a alguien. No entiende que yo no veo amor en decirle "Quedate 2 semanas conmigo de vacaciones, a tus amigas que les den", sino posesión. Y no crea el lector que no se me pasan por la cabeza el tipo de juergas que 4 o 5 chicas (algunas solteras) puedan armar, con tios evidentemente de por medio. No piense el lector que no tendría los mismos o más motivos que ella para ser posesivo. Pero he elegido dejar de serlo si alguna vez lo fui. Ella es libre y yo también.
Y nos conocemos de sobras, sé que ella es en cuanto a los tios buenos justo como yo debería ser en cuanto a las tías buenas. Si, lo sé, es raro y muchos de mis amigos se quedan flipados cuando ven que mientras ellos babean yo ni me he enterado de que ha pasado un pivón. Soy así de inocente, para mi la vida es algo más que ver un cuerpazo y pajote al canto (porque a catarla ni de coña). E incluso cuando me dicen "Has visto a..." muchas veces respondo "Bah, no es para tanto".
Pero sé que mi novia no es así. Me costó entenderlo y cuando empezamos esta relación sufrí mucho más de lo que ha sufrido ella con todo lo que se crea. Y estoy tan seguro porque llegué a llorar y a arrancarme pelos de la cabeza, he vuelto a engordar por el estrés y he vuelto a darle mucho a los videojuegos como forma de evasión de la realidad. He vuelto a ser la misma persona estresada, agobiada e incomprendida que era antes de empezar con mi plan para adelgazar. Sólo conservo la seguridad en mi mismo que adquirí, pero al menos he conseguido entenderla a ella. Claro, ella dirá que no la entiendo ¿Qué va a decir?, pero si nos ceñimos a la realidad lo cierto es que nuestros temas de disusión han cambiado radicalmente de objetivos. Y ahora es ella la que se queja.
¿Quién ha dado más por esta relación? No lo sé. Puedo ceñirme a la realidad, y la realidad es que cuando empezamos yo sólo la veía como una amiga (nunca he tenido pareja, ¿cómo iba a aprender si no?), y no me gustaban ni sus vicios, ni su actitud, ni nada de ella que se saliese de su carácter aparentemente afable. Ahora la quiero mucho más de lo que en su día podía haberme imaginado, a pesar de que su carácter no es ni por asomo tan afable como entonces.
Ignoro su versión de esto, tampoco pretendo restarle importancia, si bien es cierto que yo intento siempre ser afable con ella (salvo cuando me saca de quicio). Paso por alto demasiadas cosas, pero ¿Qué puedo hacer?. Es una de las muestras de amor que yo doy. Cuando deje de soportarla habré dejado de quererla, y entonces no discutiré más. Simplemente seguiré el camino fácil...
...y espero que ese día nunca llegue. Aunque no sé si en el fondo es lo que yo deseo.
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