domingo, 1 de mayo de 2011
Alma Bohemia
Prístina mañana, blanca y soleada
Sobre este cerro virgen, te anuncio mi alegría
A la vez es pesar, con frecuencia melodía
La que escucho de esa voz, escondida entre encinas
Un alma oculta espía, mi pobre desdicha
Rozar una estrella con mis dedos desnudos
Sentir que el aire me falta, cuando la extraño
Cada día que pasa ese abrazo me falta
De polvo de nubes, tal vez azaleas
Nacido de dentro, desde mi condena
Extraño esa sonrisa, entre lágrimas de alegría
Aquella voz que canta en mis sueños
Suave edén, cuna de ángeles
Tu arpa suena dulce en este corazón
Sólo soy un caballero sin causa, peregrino sin pregón
Que busca consuelo en las estepas de este amor
No sé lo que tu sientes, sé lo que siento yo
Ese aire que tan diferente sabe, como hadas y aves
Buscar la manera de fundir nuestras almas en una sóla
Lo que siento es pura pasión, no hay más interés
Los lazos que este crea, no son lazos sino cadenas
De acero plomado, espinoso, envenenado
Para que nadie lo rompa, eterna es mi dicha
Con esa princesa de rojo y plata tengo mi bendición
No necesito más, realmente todo lo tengo
¿Sabes lo que se siente cuando algo es tan perfecto?
Nunca pensé que nuestras almas encajasen tan bien
No existen secretos entre dos almas gemelas
Quizá nos encontremos más allá del horizonte
Cuando todo haya acabado en este mundo perecedero
Sólo queda lo que siento, inmortal como el tiempo
Eterno, etéreo, grácil... ¿porque tu y no otra?
No creía en el destino hasta conocerte a ti
Es imposible que no seas tu la que mi alma esperaba
¿Como dudar cuando mi mente te añoraba?
Existe una leyenda, que dice que al nacer
Las almas son partidas en dos trozos y dejadas en dos cuerpos
Se sienten incompletas hasta que encuentran al otro
Ahi se produce algo perfecto, la implosión de una estrella
En forma de una pasión, una fuerza sin razón
En la que dejamos de pensar, y sólo queremos sentir
Sentir que está ahi, que nada puede cambiarlo
Que somos dos almas reencontradas en la tierra
Y cuando todo acabe, quizá nos encontremos más allá
De las estepas del horizonte, donde las palomas vuelan...
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